La Roja no hizo un mal partido arriba pero la soledad de Carlos Carmona y los groseros fallos de la zaga compuesta por Gonzalo Jara, Waldo Ponce y Arturo Vidal se pagó carísimo ante las individualidades de un elenco que, en el global, no es tan superior a la escuadra de Claudio Borghi como se plasmó en el marcador y, quizás, por eso duele más este revés. Mucho para trabajar de mitad de cancha hacia atrás tras este 4-1... Pero esto recién comienza.
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